La silla de seguridad para el coche es sin duda la elección más importante en relación al equipamiento de nuestros hijos, pues es el único producto que afecta directamente a su integridad física en lo que se considera la principal causa externa de mortalidad y morbilidad infantil de nuestro país: el accidente de tráfico.
En el año 2007. Se acercó un cliente SUECO a mi tienda y me dijo que le encantaba la atención, le encantaba nuestra tienda, confiaba en mi y en mi criterio pero NUNCA ME COMPRARÍA UNA SILLA DE AUTO.
¡¡PORQUE EN ESTE PAÍS ESTÁIS LOCOS!! Eso me contestó. y entonces le acompañé hasta su coche y FUE LA PRIMERA VEZ QUE PUDE VER UNA SILLA DE AUTO ACM EN UN VEHÍCULO. Se trataba de un modelo de VOLVO que no había visto jamás y en el llevaba a su pequeña, que rondaba ya los 3 añitos.
Tras una conversación bastante interesante en la que me explicó por encima en qué se basaban estas sillas me dijo: “Cristina. Sé que este tema te importa mucho por las explicaciones que das a la gente en la tienda. Por favor, investiga.”
Estuve alrededor de dos años tratando de documentarme sin éxito, pues la información no era accesible en absoluto. En el año 2009 visité por primera vez la Feria Internacional de Puericultura de Alemania (Kind + Jugend) y allí pude por fin ver sillas a contramarcha. A todo aquel que pregunté sobre ellas me respondió que eran sillas de diferente normativa y que no se podían comercializar fuera de los países nórdicos. Nada de eso era cierto, por supuesto, pero no sorprende que me dieran esa información porque el desconocimiento de estos productos era tan limitado en aquel momento que la confusión era esperable.
Contactar con aquellos proveedores que comercializaban sillas ACM en Suecia y pedirles que las trajeran a España para poder ofrecérselas a nuestros clientes.
Porque salvo un fabricante (Besafe) el cual me trajo un único modelo (Besafe Izi Combi X2), el resto de marcas que comercializaban estas sillas no consideraron prioritario traerlas a España. El motivo que aludían es que los padres españoles no querrían comprarlas porque salen mal puntuadas en los tests de consumidores que publican RACE, RACC y OCU.
Así que decidí ponerme en contacto con la marca que desarrolló la primera silla acm en 1967 (“Klippan Comfort”) y les propuse mi colaboración para distribuir su producto y extender su filosofía. Solo haciéndome responsable de la marca en España podría informar al resto de tiendas de que no se estaban haciendo las cosas bien y hacer llegar este tipo de sillas a todos los rincones de nuestra geografía.
En aquella visita conocimos a Tommy Pettersson, director del laboratorio de homologaciones VTI y creador de la normativa PLUS TEST. El nos abrió la puerta a una información desconocida hasta ese momento. Desmintió erróneas creencias instaladas en el resto de países de Europa. Amplió una información que hasta ese momento estaba sesgada y ordenó las prioridades poniendo el foco en lo verdaderamente importante.
Después de ocho horas con Tommy conseguimos entender verdaderamente la importancia de las sillas ACM. UNA SILLA DE AUTO NO ES UN PRODUCTO MÁS, ES UN PRODUCTO DONDE UN NIÑO SE JUEGA LA VIDA. Así de claro y así de contundente. Y quienes decidimos en qué silla se sentará un niño ya sea propio o ajeno, influimos directamente en su seguridad.
Por ese motivo, no he parado hasta conseguir que en España se reconozca que la manera más segura de proteger a los niños en el coche es al contrario del sentido de la marcha. Y que por ese motivo, ningún niño inferior a 4 años debería viajar en otro sistema que no sea ACM. Tampoco he parado hasta conseguir que por fin se cree un título universitario que acredite a los profesionales. No solo a aquellos que venden este tipo de productos, sino a todo aquel que ofrezca charlas de seguridad a colegios, hospitales, guarderías, etc.
Cuando un niño nace pone su vida en manos de los adultos. No solo de sus familiares directos o tutores legales, sino de cualquier otro adulto que de manera directa o indirecta influya en la decisión de sus cuidadores. Con la puesta en marcha de este título los usuarios podrán estar tranquilos de que la información recibida por personal acreditado está fundamentada en ciencia y no solo en opiniones personales, interesadas o vivenciales.