El impacto lateral es uno de los escenarios más peligrosos que nos podemos encontrar, en cuanto a las lesiones derivadas del mismo. El escaso espacio entre el pasajero y el lugar de impacto ha requerido a los fabricantes de automóviles un esfuerzo continuo en la investigacióny mejora de los sistemas de seguridad pasiva enfocados a mejorar la seguridad de los ocupantes en este tipo de impactos.
La simulación de laboratorio, que no refleja un impacto real, ha llevado en ocasiones a dudar de la eficacia de una silla ACM en impacto lateral, cosa llamativa puesto que no se duda de la eficacia de una silla de frente (es una consecuencia de la información confusa que abunda sobre las sillas infantiles). La realidad es que la probabilidad de recibir un impacto lateral puro, es baja. Sin embargo, la probabilidad de que, estando en circulación, haya un golpe que se recibe lateralmente en cualquiera de las posibles direcciones, es más alta.
En ese escenario, es decir, con un coche en circulación que tras un primer frenazo es golpeado lateralmente, ¿es igual de eficaz una silla de frente o de espaldas?
Pensemos en ese primer momento del frenazo. Sentado de frente, la cabeza del niño saldrá disparada hacia delante. Sentado de espaldas, la deceleración hará que la cabeza y tronco del niño queden completamente dentro de la zona de protección de la silla.
Si en ese momento el coche recibe un impacto a nivel lateral, lógicamente quedará más protegido el niño que va dentro de su silla, que no el que se ha visto empujado hacia delante por el frenazo previo.