¿Cómo elijo mi silla Acontramarcha?

La elección de la silla de seguridad para el coche es la decisión de equipamiento más importante de cuantas hacemos, pues de todo lo que va a utilizar nuestro hijo en sus primeros años, la silla de auto es la encargada de preservar su integridad.

En el mercado hay multitud de modelos, así que es frecuente que haya cierto desconcierto ante el gran abanico de posibilidades que se abren. Por otra parte el hecho de que haya organizaciones y entidades privadas que publican “rankings” y premios varios tampoco ayuda, ya que la información es contradictoria y confusa. Una silla de auto es un dispositivo de seguridad que debe ser elegido en base a unas circunstancias concretas de uso. No puede existir “la mejor silla” universalmente hablando, porque esa definición no tendría en cuenta un niño, un coche, y una familia concretos. Existe la silla que mejor se adapta a cada caso particular. A partir de ahí, podemos definir una lineas generales como orientación a la hora de valorar las diferentes características de los modelos.

Cuanto más tiempo podamos proporcionarle al niño esta garantía, mejor. Puede ser con un solo dispositivo o una combinación de más de uno, no hay reglas estipuladas y la elección final dependerá de las circunstancias de cada familia. Entonces, de cara a prever cuál será el tiempo de uso ACM que nos permitirá la silla hay que conocer los límites de uso.

1. POR PESO:

Viene especificado en la etiqueta de homologación, tanto en dispositivos R44/04 como en UN R129 (iSize), con una particularidad: que en la en el Reglamento 44 dichos límites venían impuestos por la propia normativa, y sin embargo, para los dispositivos que se instalan con cinturón y que están homologados por la UN 129, dichos límites son voluntarios, es decir, el fabricante puede poner lo que le de la gana. Esto último no sucede cuando las sillas son con ISOfix, ya que en ese caso, la suma de peso entre ocupante y silla no puede exceder de los 33 kg.

 

2. POR TALLA:

Sillas con homologación R44/04: la altura máxima depende del respaldo de la silla. La recomendación general en un dispositivo ACM es que la cabeza no rebase la altura total del respaldo (cabezal incluido).
Sillas con homologación UN-129: la altura límite la facilita el fabricante en el etiquetado. Puede ir desde los 87cm (unos 2 años aproximadamente), hasta los 105cm como máximo.
Ambos criterios son limitantes por sí mismos. Es decir, en el momento en que se alcance uno de los dos límites, bien sea el peso, o bien sea la altura, la silla habrá alcanzado el fin de su uso.

La silla se ha de adaptar tanto al niño como al coche

Una silla de coche se diseña bajo parámetros de compatibilidad que hacen que pueda instalarse en un número por lo general amplio de coches. Pero eso no asegura que en nuestro coche concreto la silla vaya a tener una instalación óptima. Las diferencias entre interiores a veces del mismo modelo incluso, pueden ser importantes, y es materialmente imposible que un modelo de silla se pruebe en absolutamente todos los coches por parte del fabricante, por eso, las sillas suelen venir acompañadas de un listado de compatibilidades en aquellos modelos que están etiquetados como semi-universales (según la norma R44) o specific vehicle (según la norma UN129). No obstante, aunque el listado de compatibilidad sirva de orientación, jamás nos dará información sobre dos aspectos muy relevantes a la hora de elegir el dispositivo, y que son el reclinado y el espacio que ocupa la silla.

No precisa el mismo reclinado un bebé recién nacido que uno de 7 meses, que un pequeño de 20 meses. Así que el ángulo de reclinado que adopte la silla en el coche, y que variará según la inclinación de la banqueta y la posición del anclaje isofix, será el necesario o no en función del ocupante que vaya a utilizar dicha silla.

Y lo mismo en cuanto al espacio consumido del habitáculo. Es frecuente la consulta de si una silla ACM va a invalidar o no el uso del asiento de delante. Pero eso no depende sólo de la silla, si no también del adulto que suele utilizar la plaza delantera.

Por otra parte, ocupantes de la misma edad pueden tener complexión muy diferente. La silla es a su pasajero lo que el casco de moto al motorista: se ha de ajustar lo mejor posible. Un aspecto clave es la altura del arnés: si en la silla elegida el arnés queda claramente por encima del hombro en su altura mínima, significará que es pronto para usar ese dispositivo. O bien cambiamos de modelo, o bien habremos de esperar a que el niño crezca un poco más.

Todo esto nos lleva a un aspecto clave: hay que probar la silla en el coche, y con el peque, antes de poder estar seguros de que ese modelo es la elección adecuada.

PLUS TEST

Una silla ACM etiquetada con el sello Plus Test es una garantía de que ese sistema haya superado el mayor estándar de seguridad actual. Por tanto, si vamos a mirar test y ranking varios, fijémonos en el sello Plus Test, ya que es el único que busca la excelencia de cada sistema, y no premiar a unos por encima de otros. Y puesto que es el único que busca la excelencia, es la única prueba que basa sus conclusiones en SEGURIDAD, y no en aspectos subjetivos relativos al uso o la apariencia de las sillas. Aquí se puede consultar cuáles de los modelos disponibles en el mercado tienen el sello Plus Test.

Todo esto es relativo a la elección del dispositivo, porque la seguridad de una silla depende siempre de que esta se adapte correctamente al coche y al ocupante. Pero la silla más segura del mercado no servirá de nada si no se cumplen estas tres reglas de oro de la seguridad:

TRES REGLAS DE ORO DE LA SEGURIDAD

La silla más segura del mercado no servirá de nada si no se cumplen las  tres reglas de oro de la seguridad.