En Europa no tenemos ese dato disponible en la silla, pero sí conocemos el plazo de uso que da el fabricante, indicado en el manual de instrucciones de la silla. A partir del momento en el que la silla se desembala para su uso, podremos conocer su caducidad.

Cuando la caducidad no viene indicada, se asume que es de 5 años desde que se desembala por primera vez.